Obra: "El Globo de Juan, Rosita y Los Otros"
- albertoemunoz
- 9 nov 2020
- 21 Min. de lectura
Actualizado: 21 nov 2020
Obra escrita y estrenada en 2004

PERSONAJES:
JUAN, ROSITA, JOVEN, MUJER 1, DON POLITIQUEIRO, MARÍA, CATALINA, MUJER 2, MONJA, DOBLE X, ANDRÉS, AMIGO 1, AMIGO 2. VOZ DE PERIODISTA.
HERENCIA:
Es de noche. Juan está arrodillado al costado derecho del canasto de un globo aerostático colocado en el centro del espacio escénico. Alrededor de él se encuentran algunas herramientas y una linterna que por momentos utiliza para alumbrar. Juan está arreglando el canasto del globo.
Rosita está adentro del canasto, con el rostro excesivamente pintado y con un peinado extravagante y elevado.
A foro está puesta una tela que recorre de punta a punta el largo del escenario y posee tres metros de ancho.
ROSITA: ¿Cuándo nos vamos?
JUAN: (Sin desatender lo que está haciendo) Solo es una cuestión de segundos.
ROSITA: (Con poca paciencia) Otra navidad lejos de los míos, no la soportaría.
JUAN: Falta muy poco.
ROSITA: (Poniéndose de muy mal humor) ¡Está enfermo!
JUAN: (Con mucha tranquilidad y sin levantar la vista para mirarla) El que espera desespera.
ROSITA: (Furiosa) ¡Se muere!
JUAN: (Relajándose) Ya está por hoy.
ROSITA: (Extremadamente enojada) ¡Dale, pedazo de hijo de puta!... ¿Sabés que hora es? ¡Son las cinco de la mañana! Estoy harta de retocarme el maquillaje… Ya se me gastó el fijador de pelo… ¡Limón me acabo de poner!. ¿Y vos? ¡Cómo un pelotudo te pasás día y noche tratando de arreglar esta mierda!.
JUAN: (Interrumpiéndola con firmeza) ¡calmate, Rosita! ¿Cuánto más me puedo tardar?
ROSITA: (En tono de reproche) Vos me prometiste que era seguro esto de soñar.
JUAN: (Se pone a guardar en un bolsito las herramientas) ¡Claro que es seguro!... ¡No voy a renunciar!... No hay nada más bello que las utopías.
ROSITA: (Angustiándose)¿Qué decís?... Mirate y mirame, somos patéticos tratando de arreglar este puto globo para regresar a nuestras vidas,
JUAN: (Con seguridad) ¡Esta también es nuestra vida!
ROSITA: Una vida que me hace sufrir, que me niega la felicidad (Reprimiendo la desesperación) ¡Que me niega hijos!...
JUAN: ¡Pero te da preguntas!
ROSITA: Preguntas que jamás serán contestadas.
JUAN: (Entusiasmado se pone de pie y se enfrenta a ella) ¡No es maravilloso no tener respuestas! Esa es la base para toda creación.
ROSITA: (Con cierta resignación) Nunca me tendría que haber subido… Tengo el vientre seco y la boca húmeda de prometerme cosas que jamás me voy a negar a decir.
JUAN: (Acariciándole el cabello con dificultad por la excesiva cantidad de fijador que Rosita lleva en el cabello) No soporto verte tan triste. Pero para volver tenemos que despegar.
ROSITA: (Entregada a la resignación) Mentime por favor, mentime que me hace bien… siempre me bien creer en tus mentiras… Como cuando me dijiste que me serías fiel, o que me protegerías del destino, o que serías el padre de mis hijos… Todas mentiras que me hicieron tocar el cielo con las manos.
Aparece detrás de la tela de foro una sombra gigantesca de un Joven parado sobre un banco de colegio. Juan y Rosita voltean para mirar lo que sucede a foro siguiendo iluminados todo el tiempo.
JOVEN: (dando un discurso en una asamblea de estudiantes) ¡Compañeros y compañeras, si no hacemos algo nos va a cerrar la universidad. Primeros nos recortan y luego nos arancelan… Cuántos compañeros no tienen ni para el micro. ! (Se escuchan aplausos alborotados de estudiantes que apoyan las palabras del Joven) ¡… Y muchos más ni para comer!... ¿Y ahora un decreto nos privatiza el saber? (Vuelven a sentirse aplausos escandalosos y gritos de satisfacción y odio) ¡Yo propongo la máxima medida de fuerza para mostrar que con los estudiantes unidos no van a poder! (Aplausos cada vez más escandalosos, mezclados con gritos de furia) ¡… Y que no estamos dispuestos a entregar la dignidad! (Aplausos sumamente alborotados. La luz que provoca la sombra se apaga y la imagen desaparece, quedando a foro a oscuras. Se escuchan cantar a un gran número de estudiantes el siguiente cántico: ¡Universidad de los trabajadores y al que no le guste se jode, se jode! )
ROSITA: (Sigue de espalda a los espectadores. Con miedo) ¡Cuidate querida, la Argentina sangra todavía por las heridas que dejaron tanto miedo!
JUAN: (Se da vuelta y mira un punto fijo en la platea de los espectadores) ¡Cuidate querido, La Argentina todavía sangra por las heridas que dejaron tanto miedo!
ROSITA: (Sigue de espaldas. Tomando el rol de una madre) ¡No te quieras hacer el héroe! Esos tiempos nos destrozaron el alma... Y nunca se sabe cuando pueden volver.
JUAN: (Tomando el rol de un hijo que desafía) ¡Yo no quiero hacerme el héroe! Hay mucho que falta cambiar!
ROSITA: (Continúa de espaldas. Con desesperación) ¡Ya perdimos!
JUAN: (Desafiando) ¡No me resigno!
ROSITA: (Nunca voltea hacía el frente. Con tristeza) Resignarse es empezar a creer que se puede vivir sin cambiar nada.
JUAN: (Con seguridad) Resignarse es empezar a creer que no hay más motivos para despertar.
ROSITA: (Sigue de espaldas al público. Con miedo) ¡No hables de la muerte!
JUAN: ¡Vos hablás de la muerte!
ROSITA: (No gira para mirar al frente)Yo hablo de la resignación.
JUAN: ¡Entonces hablás de la muerte!
Se enciende un cenital en proscenio derecho, donde se encuentra una mujer vestida de negro fregando ropa a orillas de un río. Rosita voltea hacia el frente. Juan y Rosita miran a la mujer y siguen iluminados el resto de la escena.
MUJER 1: (Angustiada) Juancito, el abuelo ya no quiere recordar ¿Qué vamos a hacer? El médico dice que tiene amnesia voluntaria. Sólo falta que tome la decisión de morir para que deje de respirar… (Comprensiva) Pero hay que entenderlo, es un viejo muy anciano que luchó mucho en su vida… No lo culpo por no querer recordar, quizás yo tampoco querría hacerlo, pero no olvida quien quiere sino quien puede… Claro que tu abuelo es una caso especial. (Llorisqueando) ¡Lo vamos a extrañar mucho con sus ataques de claustrofobia, el miedo al sexo y el gusto por los baños con agua hirviendo! Nunca conocí a nadie que cocinara lechón como lo hacía él, daba gusto verlo renegar junto al cerdo que se cocía poco a poco.
JUAN: (A Mujer 1) ¿Y las noches?
MUJER 1: (Ignorando a Juan y a Rosita) Sus pesadillas lo despertaban entre sábanas húmedas por la orina que dejaba escapar por el miedo a que vinieran a buscarlo a la Buenos Aires.
JUAN: (A Mujer 1) ¡Fueron tiempos de sangre!
MUJER 1: (Con odio) ¡Enfermera maldita! Me gritaba por las noches cuando despertaba por la falta de aire por el recuerdo del inmundo calor de aquellos pozo desérticos con escarchas de un invierno implacable.
ROSITA: (A Mujer 1) Señora trate de dormir, porque así el tiempo pasa más rápido.
MUJER 1: (Con demasiada bronca) ¡Viejo sin escrúpulos… anciano impotente… golpeador de ilusiones… Falto de fe…
JUAN: (A Rosita) Debe estar loca.
MUJER 1: ¡Hijo de puta!
Se produce un apagón de cenital que caía sobre Mujer 1, provocando que el proscenio quede a oscuras.
ROSITA: ( A Juan. Con melancolía) El café… Memorables cafés que compartíamos cuando después rendido conseguíamos el triunfo mentiroso de acercarme a un sueño sin escrúpulos y donde prevalece la razón sobre los deseos.
JUAN: (A Rosita. Con lagrimas de angustia reprimida) Como mi abuelo he perdido el recuerdo, como mi padre he perdido la razón… No soy más que la creación de un disfraz que me pongo para sufrir lo menos posible.
ROSITA: (Con desesperación y angustia) Juan, no te enajenes de la realidad… no te enajenes del país que construiste en ese corazón tozudo y egoísta… (Suplicante) Tengo que pedirte que no te enajenes de mí… (Bajando la mirada por vergüenza) Porque peor que sentirse fracasado es sentirse sólo y fracasado.
JUAN: (La toma efusivamente de los brazos) No te olvides nunca de los besos, uno en cada mejilla… uno por cada milagro.
ROSITA: (Con cierta aceptación) Después de todo, los milagros se producen por el poder mental de sentirse aferrado a una fe cada día más misteriosa.
JUAN: (Tomando el rol de un padre) ¡En mi casa no se habla ni de religión, ni de política! … En mi casa se cría a niños libres… ¡En mi casa existe la democracia!
ROSITA: (Tomando el rol de una hija. Enfurecida) ¡No me engañes! ya no te creo. ¡Siempre lo mismo!
JUAN: (Ofendido) Burlarte de tu padre te convierte en una irrespetuosa que ha perdido la moral… ni la hermana Raquel podrá liberarte del demonio que llevas dentro… Porque a ese demonio lo alimentas con tus instintos perversos con los que con enfermas a todo.
ROSITA: (Reprochando) ¡Solo puedo enfermar a alguien como usted!... ¡Oligarca!
JUAN: (Comienza a ponerse furioso se sube al canasto del globo desasiéndose de la ropa y comienza a abusar sexualmente de Rosita.
MENTES ENLATADAS
Dentro del canasto se encuentra Don Politiqueiro, vestido con un traje blanco sumamente limpio y prolijo, peinado a la gomina y con un elegante sombrero que hace juego con el traje, en el cuello le cuelga un medallón de oro brillante y en las muñecas lleva colocadas pulseras que parecen de oro, al igual que los anillos que lucen el sus dedos.
DON POLITIQUEIRO: (Hablándole a los espectadores con tono de político) ¡Ha llegado el momento de producir el cambio que el país entero está esperando.!... ¡Se acabaron los presagios! En la era de las telecomunicaciones vamos a ver nacer una nueva Patria… ¡Una patria en serio! La informática nos proveerá de todo saber científico llevado a concreción en cualquier lugar del globo terráqueo. (Con más seguridad que nunca) La presición y rapidez informativa nos ayudará a solucionar los problemas con una mayor eficacia.
Don Politiqueiro se congela y se enciende un cenital en proscenio derecho sobre Catalina que limpia la vereda con una escoba y un cenital sobre María que también limpia la vereda con una escoba .También queda encendida la luz que alumbraba a Don Politiqueiro.
CATALINA: ¡Qué horror!
MARÍA (Con soberbia) Y no sé de que se asombra… siempre fueron igual… nunca quisieron a la madre, ni al padre tampoco.
CATALINA: ¡Pero era el hijo!
MARÍA: De puta.
CATALINA: La suerte que cuando no te acompaña… (Con seguridad) no te acompaña.
MARÍA: Después de todo no tenía obligaciones.
CATALINA: (Sorprendida) ¡Pero María! ¿Cómo decís eso? Eran de la misma sangre.
MARÍA: Lo que pasa es que usted es muy sentimental y permisiva.
CATALINA: (Ofendiéndose) ¿Usted quiere decir que me toman de pelotuda?
MARÍA: (Justificándose) ¡No! ¿Cómo cree?... Es que su hijo tiene treinta y pico y usted sigue comportándose como su madre.
CATALINA: ¡Soy su madre!
MARÍA: Mi madre murió hace cuatro años y siempre decía que puede faltar cualquier cosa… pero nunca la dignidad.
CATALINA: Como los de la vuelta… ¡Prostituta les salió!
MARÍA: Tiene de quien contagiarse.
CATALINA: ¿Usted cree que…?
MARÍA: Varias veces se encargó de coquetear a mi finadito que en paz descansa… diga que el siempre fue muy respetuoso de lo femenino.
CATALINA: Una cosa es ser respetuoso de lo femenino, y otra muy diferente es ser afeminado.
MARÍA: Como el de la otra cuadra, que se le vio llegar con un caballero muy buen mozo que lo tomaba por la cintura.
CATALINA: ¡maría! Usted siempre tan observadora.
MARÍA: No querrá decirme que soy una chusma de mierda.
CATALINA: Mierda tiene en la cabeza el hijo de mi patrón que se casó con la tilinga de la hija del carnicero de Barrio de enfrente.
MARÍA: ¿Enfrente de quién?
CATALINA: Ni enfrente quisiera tener a esa familia, con esos hijos que andan todo el día en la calle… ¡Van a terminar en un reformatorio!
MARÍA: Esa gente está mal formada desde que se la pusieron.
CATALINA: (Confundida e indignada) ¿A mí?
MARÍA: Y a mí también ¡Mugrientos, negros de mierda, judíos hijo de mala madre!
CATALINA: (Incisiva) ¿Pero sabe que es lo peor?
MARÍA: ¡No, hable por favor, Catalina!
Se apagan los cenitales provocando oscuridad en proscenio. Continúa el discurso de Don Politiqueiro.
DON POLITIQUEIRO: (Con seguridad de político) ¡El trabajo será más rápido y eso asegurará la continuidad de las empresas nacionales en un mercado competente de primer mundo! ¡Los créditos en pos de la adquisición del nuevo material no se harán rogar, porque no existe conspiración en contra del crecimiento! ¡Somos un país serio y Revolucionario!
Don Politiqueiro vuelve a congelarse. Aparece detrás de la tela de foro una sombra gigantesca de Mujer 1 y otra sombra gigantesca de Mujer 2, ambas sobras se ver arrodilladas en un altar rezando. Don Politiqueiro sigue iluminado el resto de la escena.
MUJER 1: Dios te salve María, llena eres de gracia…
MUJER 2: El Señor el contigo…
MUJER 1: Bendita tú eres entre todas la mujeres…
MUJER 2: Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús…
MUJER 1: Santa María, madre de Dios…
MUJER 2: (A Mujer 1) Hable más despacio que no puedo concentrarme.
MUJER 1: (Con curiosidad) ¿Está pidiendo?
MUJER 2: (Ofendida) ¿Cómo se atreve?
MUJER 1: (Justificándose) ¡Todos pedimos! (Con preocupación) El abuelo de su nieto ha tomado la maravillosa decisión tétrica de olvidare hasta el nombre.
MUJER 2: (Confundida) ¿No recuerda?
MUJER 1: Mucho peor… ¡No quiere recordar!
MUJER 2: Y no sé en qué podría ser ayudada.
MUJER 1: (Con esperanza) ¡ Es que yo también quiero olvidar!
MUJER 2: (Con soberbia) No olvida quien quiere, sino quien puede.
MUJER 1: (Afligida) Ya lo decía yo, ¿Pero vio como es la vida? Este viejo cabrón (Se santiguan al unísono) ya no me recuerda.
MUJER 2: Yo también creía estar re-cuerda cuando me secuestraron, me violaron y me devolvieron.
MUJER 1: (Exaltándose por la angustia) ¡La violaron!
MUJER 2: (Con bronca reprimida y cierto tono de resignación) ¡Me devolvieron!
MUJER 1: (Con curiosidad) ¿Entonces?
MUJER 2: (Con odio y sintiendo dolor en el alma) Cerré las piernas tan fuerte que sufrí un desgarro de vientre.
MUJER 1: (Sorprendida) Nunca había sentido nombrar a esa enfermedad.
MUJER 2: (Llorando de la impotencia) Las rodillas se me juntaron y el cabezón empujó hasta provocarme el mayor dolor de mi vida.
MUJER 1: ¿Un hijo?
MUJER 2: (Con desesperación) ¡Demasiado dolor para una niña tan jovencita!
MUJER 1: (Con tono de reto) Si hubiera sabido cerrar las piernas a tiempo no hubiera sufrido tanto.
Mujer 1 y Mujer dos comienzan a rezar el Ave María en un volumen casi imperceptible. Siguen iluminadas las sobras todo el resto de la escena. Se enciende un cenital en proscenio izquierdo sobre una monja que está arrodillada en un altar, llorando.
MONJA: (Terriblemente angustiada) El deseo es la trivialidad más tortuosa de la humanidad. (Con impotencia) Con mis propias manos daré muerte a los seres mitológicos creadores del bien y del mal. (Resignada) El suicidio es inminente, la vida es implacable, los sentimientos son necesarios y la locura es irremediable. (Con bronca reprimida) Sufriendo graves cuadros psicóticos me convertí en quien soy, creyendo en personas que sufriendo graves cuadros psicóticos que luego se convirtieron en quien son me convertí en quien soy. (Con impotencia) Siempre obedeciendo la palabra nunca pronunciada, siempre obedeciendo el consejo salvador del alma humana… ¡me convertí en quien soy! (Mujer 1 y Mujer 2 se santiguan) Lavaré mis pecados en errores muchos más profundos…
MUJER 1 y MUJER 2: Dios te salve María…
MONJA: Miraré con soberbia y venceré la timidez…
MUJER 1 y MUJER 2: Llena eres de gracia…
MONJA: Estaré sola por decisión unánime de mis células moribundas…
MUJER 1 y MUJER 2: El Señor es contigo…
MONJA: Seré una más y estaré a la moda…
MUJER 1 y MUJER 2: Bendita tú eres entre todas las mujeres…
MONJA: Daré a luz a cientos de hijos y trabajarán para mí…
MUJER 1 y MUJER 2: Y vendito es el fruto de tu vientre, Jesús…
Se apaga el cenital en proscenio izquierdo y dejan de estar iluminadas la imagen de Mujer 1 y Mujer 2. El único que queda iluminado en escena es Don Politiqueiro. Don Politiqueiro se descongela.
DON POLITIQUEIRO: (Provocando los sentimientos de furia de los espectadores) ¡Te meteré el dedo en el culo hasta que sangres como sangra el corazón después de un amor desafortunado!
LA MADRE
Juan se encuentra dentro del canasto del globo, arrodillado, solo se logra ver la parte superior de su cuerpo. Mientras Juan intenta arreglar algo del canasto, Rosita está sentada en una silla haciéndose arreglas la uñas de los pies por Doble X.
ROSITA: (Mientras lima las uñas de sus manos) ¡Qué sorpresa se va a llevar la vieja cuando me vea llegar… (Con cierto tono de melancolía fingido) Seguro que me brinda toda su ayuda, me abraza y dice al oído: “Rosita sos una gran hija”
DOBLE X: (En su propio universo. Habla en tono monótono) “Rosita sos una gran hija”
Juan sigue trabajando sin prestar atención a la situación de Rosita y Doble X.
ROSITA: (Continúa con la idea que comenzó a decir anteriormente) Voy a abrir la puerta y subiré por las escaleras directamente a mi habitación, donde seguro todo estará igual: “el mismo cortinado, la misma colcha y todo el cariño que desperdicié subiéndome al globo”.
DOBLE X: (A Rosita) Abrirá la puerta, subirá por las escaleras a su habitación y verá que todo sigue intacto, como si el tiempo no hubiera pasado, como si el destino hubiera elegido para usted un ataúd blanco cubierto de…
ROSITA: (Angustiándose) ¡Callate! (Tratando de relajarse) Vos no entendés nada.
DOBLE X: (Enfurecida) ¡Desviada! ¡Loca! ¡Ingrata! (Rosita le da un bofetón. Sorprendida) ¿Qué hizo? (Se pone a llorar desconsoladamente).
JUAN: (Despreocupado) déjense de pelear. La vida es muy bella para estar discutiendo todo el tiempo.
ROSITA: (A Juan) ¡Mirame cuando me hablás!
JUAN: (Deja lo que está haciendo para hablar con Rosita) Tenés tanto rencor, tanta incertidumbre que no sé cómo ayudarte … Te doy todos los gustos…
ROSITA: (Con dolor espiritual) ¡Un hijo quiero!… La autosatisfacción ya no me llena como antes… Ahora necesito un hombre que me de un hijo.
JUAN: (Con impotencia) ¿Y qué haríamos con él?
ROSITA: (Con entuasiasmo) ¡Yo le enseñaría a leer, a amar… (Corrigiéndose) ¡No, a amar no!
JUAN: (Sufriendo) ¡Abrí los ojos, Rosita! Nunca podríamos criar un niño, si ni siquiera podemos cuidarnos nosotros. ¿Te imaginás el daño que le causaría nuestra inexperiencia, nuestra falta de capacidad, nuestra incertidumbre a un niño?
ROSITA: (Caprichosamente) ¡Llevame a casa! Ahí voy a encontrar un hombre de verdad.
DOBLE X: (Deje de llorar) ¿Para qué quiere un hombre de verdad¿ ¿Para hacer lo que siempre hace cuando consigue lo que quiere?
ROSITA: (A Doble X con furia reprimida e impotencia) ¡No! Para atarlo a la cama y hacerle el amor tantas veces que su transpiración inunde el vació que siento.
DOBLE X: (Corriendo hacia Juan) ¡Ayúdela señor, está enferma!
ROSITA: ¡Estoy cansada!
DOBLE X: (A Juan) Va a tener que internarla,
JUAN: (A Rosita) Necesitás ayuda profesional.
DOBLE X: (Previniéndole) Pero que sea mujer.
ROSITA: (A Juan y Doble X) ¡Castradores!
JUAN: (Perdiendo la paciencia) ¡Basta de berrinches!
ROSITA: (Cayendo de rodilla. Llorando) ¡No puedo más, Juan! Por las noches alucino con el niño que llenará los huecos vacíos de mi alma de rutina y desasosiego. ¡Juan, piedad por favor! Ya sé que estoy loca por haberme subido con vos al globo y minuto a minuto voy perdiendo el aliento, pero la única ilusión que me queda es la de ser madre.
DOBLE X: (A Juan en tono de secreto) ¡Cómprele un perro, señor!
ROSITA: ¡Salva mi alma, Juan!
DOBLE X. ¡No! Un perro no. Mejor una perra. Podrían hacerse mutua compañía.
ROSITA: (A Juan) Recoge los pedazos que siguen fragmentándoseme!
DOBLE X: (En tono de orden) ¡Matala, Juan!
JUAN: (Terriblemente angustiado) Rosita, perdoname por el daño que te causé.
DOBLE X: Igual ya perdí uno.
JUAN: No soy más que un estúpido vendedor de fantasías.
DOBLE X: (Dubitativa) La guerra… el suicidio… (Con agresividad) son la misma cosa.
JUAN: (A Rosita) No merezco tú amor.
DOBLE X: Cuando embarcó supe que nunca más lo volvería a ver, ya guardé sus fotos y abracé los buenos momentos en los que me decía: “Te amo, mamá!
ROSITA: (A Juan) ¡Mátame Juan!
DOBLE X: (Desesperada) ¡No, ya perdí uno! Perdí la fe y el sendero… ¡Otra vez no! ¡No!. (Abraza fuertemente a Rosita.
MUERTE
Se deja ver en tela de foro una sombra gigantesca de un joven llamado Andrés que está viendo televisión junto a dos amigos. La película es pornográfica. Mientras conversan siempre miran hacia el televisor.
ANDRÉS: ¡Esta película es re-joya!
AMIGO 1: (Con cierto tono de superación) Yo la verdad no las necesito.
ANDRÉS: (Reprimiendo el deseo) ¡Algún día voy a encontrar a quien romperle el culo!
AMIGO 2: (A Andrés) ¿Y tus viejos?
ANDRÉS: Duermen como troncos.
AMIGO 1: (Por la película) Esta ya la vi.
ANDRÉS: (Entusiasmándose) ¡Uhi, miren! (Se escuchan gemidos brotar de la película) ¡Qué groso!
AMIGO 2: (Empieza a acariciarse los genitales) ¡No aguanto más!
ANDRÉS: (Mientras se acaricia los genitales suspirando de placer) ¡Carina!
AMIGO 1: (Comenzando a masturbarse) ¡Qué sensación!
AMIGO 2: (También se masturba) ¡Juguemos a quién termina primero!
ANDRÉS: (Terminando de masturbarse) ¡Ah...Ah!
Se escucha una voz femenina que dice: ¡Andrés, qué es todo ese ruido!
Se hace apagón a foro, desapareciendo las imágenes de Andrés y de sus amigos.
Aparece en escena el globo iluminado con Juan sentado fuera del canasto y sosteniendo una carta.
JUAN: (Abatido por un dolor espiritual) Se acabó, todo perdió el sentido...Ya nada volverá a ser como antes.
Aparece por lateral derecho, Rosita muy ilusionada.
ROSITA: ¿Es verdad que terminaste, Juan?
JUAN: (Con tono de sufrimiento) Ni siquiera empecé.
ROSITA: (Angustiándose) Era la última oportunidad.
JUAN: (Con resignación) Andrés...murió.
ROSITA: (Sorprendida) ¡El artista!... Siempre pensé que los artistas nunca morían, sino que se renovaban con cada paso en falso, con cada lucha comunista, con cada mirada de odio.
JUAN: (Recordándolo con cierta sonrisa de satisfacción) Andrés siempre fue un soñador. ( Haciendo un bollito la carta que tiene en la mano) ¡Y murió de olvido!
ROSITA: ¿El tampoco quiere recordar?
JUAN: (Corrigiéndola) ¡No! A él no lo quieren recordar.
ROSITA: (No entendiendo) ¿Pero está vivo?
JUAN: (Reprimiendo la bronca) Hay muchas maneras de estar muerto... y el olvido es la más dolorosa.
ROSITA: (Consolándolo) ¡Yo nunca te voy a olvidar, Juan!
JUAN: (Resignado a no seguir) He perdido las fuerzas para terminar el arreglo.
ROSITA: (Descubriendo la verdadera intención de Juan) ¡Tú no quieres terminar, porque prefieres seguir exiliado antes de animarte a lo diferente!
JUAN: ¡Eres igual que Andrés! Buscan todo el tiempo el enfrentamiento... la reivindicación de no sé qué cosa.
ROSITA: (Estimulando a Andrés) ¡La revolución es posible!
JUAN: (No entendiendo razones) ¡La revolución es utópica, está solo dentro de tu corazón!
ROSITA: (Desesperada por convencer a Juan) Y en mi mente...¡Solo pienso en la victoria!
JUAN: Cada día sos más parecida a mi primo, parecen hermanos...o padre e hija...quizás el podría ser tu...
ROSITA: (Exaltada) ¡Yo con un artista!...Perdería la poca fe que aún persiste en mí... y la ilusión de ser madre se alejaría segundo a segundo.
JUAN: Pero tendrías un compañero quizás mas sensible a tus gustos inconscientes. Te crearía de nuevo y embellecería tu espíritu.
ROSITA: ¿Y tú?
JUAN: (Resignado) Yo soy un perdedor.
ROSITA: Aceptar los mandatos del destino, también es una elección.
JUAN: Elegir sin elegir es morir sin morir.
ROSITA: (Recordando) Andrés era un buen hombre...
JUAN: (Continuando la frase de Rosita) que enterró su arte...
ROSITA: (Continuando la frase) y le enterraron su trascendencia.
JUAN: ¿Trascendencia? Trascender es poder creer en una vida mejor.
ROSITA: Trascender es poder creer que la vida mejor se construye creyendo que no hay vida mejor, ni peor, sino que hay vida.
Aparece en tela de foro una sombra gigantesca de Mujer 1.
Juan y Rosita se dan vuelta para mirar, siempre permaneciendo iluminados.
MUJER 1: (Hablándole a Juan) Es tarde Juan.... peligrosamente tarde. No queda más que ir a la cama e intentar conciliar el sueño que tanta falta nos hace
JUAN: (Regresando a los 12 años) ¿Y mis padres?
MUJER 1: Pronto estarán con nosotros nuevamente... solo tendremos que aprender a tener paciencia.
JUAN: He perdido la identidad junto con ellos... ¿Por qué no fui yo también? ¿Por qué a mí no me necesitaban? Yo acompañe varias veces a mamá a las reuniones de base.
MUJER 1: Tu abuelo y yo cuidaremos de ti.
Se apaga la luz de foro desapareciendo la figura de Mujer 1.
Juan se levanta y le da un patadón al canasto del globo.
ROSITA: ¡Calmate Juan!
JUAN: (Volviendo a la edad real) ¡Los mataron, Rosita! Y sin embargo sigo esperándolos... Qué son sino más que dos desaparecidos de la maldita tierra?
ROSITA:¡La tierra jamás es maldita!
JUAN: ¡Maldito soy yo que todo el que me cuida debe desaparecer, escapar o morir!
ROSITA: Ya hay mucha muerte, nosotros no la nombremos.
JUAN: ¿Quién sabe si cuando decidamos regresar y vayamos en el globo no nos maten como a pájaros que inmigran con el cambio de estación?
ROSITA: (Tomándose el vientre) Juan.... estoy embarazada. (Juan se pone pálido y sale corriendo por lateral izquierdo. Rosita toma el rol de la madre de Juan) Caminaba como todos los lunes por calle corrientes y me encontraron, me subieron y me llevaron. La oscuridad me envolvía sin dejarme respirar... Cuarto semi iluminado, y ahí estaba.... Comenzó a decirme cosas muy bonitas, yo estaba muy asustada y cuando menos me lo esperaba su mano se escurrió por debajo de mi falda (Llorando) Paralizada por el miedo, solo pensaba en mi hijo Juan que había visto como nos llevaban.... (Con asco) Esas manos cada vez hurgaban más por debajo de mi ropa, la piel se me erizaba de los escalofríos que me producían sus besos. (Tocándose el cuerpo como defendiéndolo) Poco a poco mis piernas sentían la ropa interior deslizarse hasta el suelo... Yo solo esperaba que me preguntara algo y no lo hacía...(Con rabia y dolor) Mis piernas en forma de V sufrían la impotencia y el dolor de un sujeto que solo necesitaba satisfacer sus mas bajos y perversos instintos... ¡Y nunca me preguntaba nada! Su lengua chocaba con mis dientes que apenas podían resistirse y jamás me preguntaron nada... ¡Solo hubo muerte!
ENTIERRO
Un cenital cae sobre Juan en proscenio derecho y el globo a sus espaldas también permanece iluminado.
Juan está arrodillado como rezando sobre una tumba. Cada personaje que aparezca estará en la misma situación.
JUAN:
Que la esperanza desaparezca para que vuelva con más fuerza . Ya sé que has padecido los errores humanos más crueles...Pero eres mi madre. Contra mi voluntad me fui para no verte morir y contra mi voluntad vuelvo para verte resucitar.
Aparece Mujer1
MUJER 1: ¿Cuántas veces te mataron? Pareces entregada a nuestra voluntad... Pero quiero creer en tu sabiduría... ¡Necesito creer en tu sabiduría!
Aparece Monja.
JUAN y MONJA: Lecho de muerte, cenizas subterráneas y el final de la dignidad humana, pisoteado todo por una vida propia que no deja de ser ajena.
MUJER 1 y MONJA: ¿Cómo es el llanto de un niño que todavía no nace?
MONJA: Ella sentía su vientre hincharse y el alma angelical de un nuevo sert llorar por las flores que los jardines para dejar de ser flores.
Aparece Don Politiqueiro.
JUAN y DON POLITIQUEIRO: Quisiera seguir enfrascado, carente de verdades, hundido en el más profundo mar de mentiras, perdido en el más sediento desierto de felicidad ingenua...
JUAN, MONJA y DON POLITIQUEIRO: Pero la verdad tocó la puerta de mi razón y no puedo ignorarla.
Aparece María y Catalina.
MARÍA y CATALINA: Caretas uniformes y vestuarios de ceda sobre animales racionales, creyentes de hipótesis lógicamente incumplibles.
JUAN y MUJER 1: Falsa lucha insuficiente, muertos que no deberían ser muertos y vivos que toman helado de chocolate y dulce de leche.
Aparece Doble X.
DON PILITIQUEIRO y DOBLE X: Los viejos bajo tierra y los nuevos llorando por un collar de perlas
JUAN: Aplausos que son mentiras y una sonrisa de cristal por la cual mirar la bosta que cae sobre nuestros átomos.
Comienzan a repetir los fragmentos que cada personaje dice respetando al locutor que se le brindó el texto, t el lugar en que le correspondía decirlo. Cada vez se van diciendo (los textos) más rápido hasta que al final todos hablan al mismo tiempo y no se entiende nada.
EL FINAL:
Juan y Rosita están en el canasto del globo, todo hace parecer que vuelan hacia nuevos horizontes. Están muy contentos, tomando mate y observando lo alto que están volando. Propongo es esta parte de la escena una música clásica que inspire tranquilidad y equilibrio. Pasado un breve tiempo con dicha imagen, comienza a bajarse la música y se comienza a escuchar la voz de un periodista dando una noticia. Juan y Rosita siguen en su propio mundo ignorando la voz del periodista.
VOZ DEL PERIODISTA: Todo hace parecer que el gobierno nacional ha tomado la decisión de acordar nuevamente con el fondo internacional, esto implicaría nuevos créditos , luego del incumplimiento del País por 25 años con los compromisos extranjeros. Esto produjo en la Argentina una creación de dos millones quinientos mil puestos de trabajo y mucha mas eficiencia en la administración pública. Pero creemos que con la postura del recién electo presidente de la Nación, el riojano Máximo M. Se acabará la guerra química que el país del norte había declarado a la Argentina hace casi dos décadas y media.... Por otra parte, Cuba, en el día de ayer sufrió un nuevo atentado que produjo la desaparición absoluta de ese país del globo terráqueo.
Muy despacio se va bajando el volumen de la vos del periodista hasta no escucharse más.
Se sienten disparos, Juan y Rosita se asustan y... APAGÓN
MONÓLOGOS DE PERSONAJES CENTRALES QUE SE AGREGAN A LA DRAMATURGIA EN EL AÑO 2006 Monólogo de Rosita:
Yo soy Rosita la del vientre seco, la madre de nadie, porque quizás lo perdí, o nunca lo tuve. O… bueno solo soy la de la ilusión cautiva, la que no tiene consuelo, la acecina del presente quieto en este lugar donde no existe el perdón, solo hay rencor, donde la existencia tiene que ver con lo que dejé, con el árbol que nunca planté, con el libro que no voy a escribir jamás, con el hijo que me negaron… Pero no estoy triste, solo tengo el vientre áspero y seco, porque Juan me dijo lo del hogar, lo de la nueva sociedad, pero él no tiene la culpa. El no debe enterarse lo de los uniformados, si me encuentran lloraré pero no pronunciaré la palabra santa del ultraje, la pérdida y… el vacío. Porque disfruté los golpes, porque prefería eso antes que la agresión al interior de mi cuerpo. Estaba embarazada y no importó, no me respetaron y me dejaron el vientre seco por el ultraje y las manos esperando por la pérdida- Y la vida llena de huecos, es por eso que deseo volver a luchar por Juan, por mí, POR MI PATRIA.
Monólogo de Juan:
Yo soy Juan el enamorado, es buena esta patología, a veces los síntomas molestan un poco, pero vale la pena… No es que no dude, todo lo contrario, a veces me siento sin alma, soy materia descomponiéndose, pero es inevitable, porque la sueño junto a mí, porque en cada una de nuestras nuevas discusiones se me va el futuro como agua que baja por la montaña y se mezcla con mucha más agua que tiene historias distintas y traen en su corriente el arrastre de una vida de humillación y desventura. Porque es más que una mujer, es una idea, es una práctica, es a ella a quien amo desde mi esencia. Doy gracias a la vida que sea ella y no otra.
Porque gritamos juntos y lejos, cuando el verde violenta la dignidad, cuando las mangueras se convierten en serpientes que arden sobre la piel y el rojo aparece en llagas de dolor. Porque a veces pienso que la mejor alternativa es la muerte antes que la inhumana fiebre de 40 grados que nos distancia y acerca a la realidad, porque amamos los pensamientos, porque pensamos en el amor que nos tenemos, el odio que les tenemos y el dolor que sentimos, dolor por el acecho, dolor por el engaño y dolor, por a veces, la soledad.
Me pregunto: ¿qué hace la gente que no está acá, la gente que todavía ve sin vendas negras en los ojos, pero con vendas más gruesas y más oscuras? ¿Qué hacen las personas que esperan sentadas frente a la caja mentirosa de los que nos usurpan?
Yo soy Juan el enamorado de Rosita, el enamorado que desaparece cada noche cuando decenas de botines negros pisan más que suelos, más que cabezas, más que vidas, pisan tierra de cultura que desea dar frutos de libertad.
Monólogo de Doble X:
Cuando el atardecer comienza apagarse, cuando la penumbra del día se aproxima y cubre de sombras el jardín, cuando las ventanas se apagan y descartan a las cortinas, cuando las calles encienden su alumbrado, cuando el frío es más frío y cuando el calor deja de ser tan tibio, aparecen los fantasmas de mis desaparecidos, las almas enjauladas de ayer y hoy, con bocas abiertas llenas de moscas, pero más cerradas que nunca, bocas silenciadas por los asesinos de aquellos días y los encubridores de estos días.
Porque no solo queremos que nos los devuelvan, sino que los queremos vivos, los queremos caminando los atardeceres con carteles de inclusión, con vida y puños cerrados, preparados para la lucha.
Son mis fantasmas, es mi fantasma, es mi hija Rosita, con la mirada blanca de sus pupilas que ya no se esfuerzan más por mirar, por ver.
Donde estás hija? Qué te han hecho? Qué perverso fue el culpable de tu dolor? Quién mató a la vida? Quién te desapareció, hija?
Cuando cada madrugada el pañuelo blanco acaricia mi frente siento que voy atrasada con la marcha, con la columna. Me llevas 30 años de ventaja, hija… Pero seguiré caminando los atardeceres para que te devuelvan, mojada por el agua del mar y el llanto, o seca por la tortura y el abandono.
Monólogo de Mujer 1
Juan… mi querido Juan, en mi impenetrable glándula olfativa todavía permanece el sello de aquel perfume tuyo, aquel aroma a bebé, aroma que impregna la habitación vacía de tus padres.
Hoy me siento como un oscuro perro que ha perdido la fe. Parece ayer que entré en la casa de tu abuelo para trabajar de doméstica, mi tarea: criarte, porque tus progenitores habían tenido que huir, escapar. Y hoy la historia se repite, eres vos Juan quien debe abandonarnos. Tu abuelo se muere de tristeza… porque de tristeza también se muere, auque yo no conozco otra forma de morir.
Se me acaban los años, se me terminan las fuerzas, y sin embargo no pierdo la oportunidad de maldecir el haberte conocido Juancito, porque si no hubiera entrado nunca a esa casa, no estaría sintiendo que pierdo todo el tiempo.
Juan yo también desaparezco, desaparezco por el dolor, por la impotencia… solo desaparezco… Viste Juan… hasta en eso te sigo… Ambos desaparecemos.
FIN
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